sábado, 20 de mayo de 2017

La tarea más odiada


     Hay muchas tareas del hogar odiadas por muchas personas, pero si hay una que se lleva la palma sin duda suele ser la plancha. Es momento en que tienes frente a ti una montaña de ropa que te va a acompañar durante algunas próximas horas, nada más verlo te dan ganas de poner de moda la ropa arrugada jajajaja.

     Pero, como todo en esta vida, las cosas se ven dependiendo del prisma con el que se mire. Si le ponemos algo de ganas podemos hacer del "castigo de la plancha" un buen rato. Plantéatelo cómo tu rato de desconexión dentro del estres diario de la rutina... vamos a ver algunos tips que nos ayuden.

1. Busca un lugar de la casa donde estés cómoda, que tengas sitio cercano donde poner tanto la ropa arrugada como la que vas planchando.

2. Cuando encuentres el sitio perfecto prepara lo que necesitas: tabla de planchar, plancha, alargador, agua para la plancha...y además busca algo que te ayude a relajarte; puede ser la tele, música que te guste o alguien que te de una buena conversación.

3. Intenta cambiar el concepto de ese rato pesadísimo a un rato de desconexión y reencuentro contigo mismo: escucha la música, piensa en lo que te apetezca, relájate y plancha. Al principio igual te parece un poco tontería, pero poco a poco le irás cogiendo el gustillo y sobre todo... disfruta de la ropa bien planchada cuando acabes con cada prenda, fíjate cómo cambia su apariencia de verla arrugada a verla después de tu actuación con ella. ¡Ponla bonita! Así luego te sentará mucho mejor cuando te la pongas.

4. Un truquito para que sea más fácil planchar: quita la funda de la tabla y cuando tengas la estructura metálica, fórrala con papel de aluminio (si sí, ese de envolver los bocatas), y luego vuelve a colocar la funda. El papel mantendrá el calor y será más fácil planchar la prenda por ambos lados de una sola vez.

Resultado de imagen de forrar la tabla de planchar con papel de aluminio
Imagen: bloghogar.net

5. Cuidado con la ropa caliente.  Si doblas la ropa nada más plancharla, cuando la vayas a usar estará bastante arrugada, con muchas más marcas de dobleces de lo normal. Lo ideal es que la dejes enfriar antes de doblarla y guardarla, para ello plancha y coloca todo en algún lugar donde no se arrugue y cuando hayas acabado de planchar todo, empieza la ronda de doblar. Si ya tienes dominado el método lo doblarás todo en un momento y sólo quedará guardarlo en su sitio.

¿y tú? ¿tienes algún truco a la hora de planchar? Si es así, puedes compartirlo en el grupo de Facebook

No hay comentarios:

Publicar un comentario